
Quisiera expresar mi punto de vista, como un ciudadano preocupado, acerca del Congreso “Feminista” celebrado el pasado mes. Creo firmemente que, apelando a diversos pasajes de
la Biblia, libro fundamental de una religión aún más fundamental en nuestro país, la mujer no puede emitir éste tipo de peticiones tan poco moderadas, puesto que se encontraría desafiando a
los pilares del legado divino que nuestra religión nos ha dejado, situando a la Nación argentina en una posición completamente denigrante para con sus ideales.
Es sabido que el cristianismo constituye el culto oficial de la Argentina, de modo que, como país, todos los ciudadanos deben ofrecer su devoción colectiva hacia el mismo. Es por esto que considero errónea la iniciativa de aquellos individuos de género femenino, además de completamente inmoral. Tal como reza el libro divino: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; po
rque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador." (Efesios 5: 22 & 23); "Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación."(1 Corintios 14: 34 & 35).
A los maridos, les suplico que intenten hacer que sus respectivas esposas entren en razón, por el bien de la República Cristiana Argentina.
*Nota de la autora: quisiera dejar constancia de mi desacuerdo con ésta noción y de su carácter puramente ficticio.